«Volvelo literatura y así lo olvidas», me dijeron un día que estaba con una resaca moral de tres pisos.
Antes habría pensado que es una fantástica idea, por que vivía sumergida en letras, un tanto románticas, un tanto oscuras… Pero la verdad es que ya no puedo volver literatura a nadie, así que cambié de planes.
Mi plan es volverlo persona pública, pero en privado. Hacer con el personaje lo que hago todos los días: un plan de contenidos. Si nunca ha visto un texto de social media, déjeme ilustrarlo con estas sencillas píldoras que de seguro le harán pasar la tusa más fácil. Público al que va dirigido: crush, fuckbuddie, ex de muchos años, ex de pocos meses, cualquier ser vivo que te haya dejado viendo un chispero emocional.
Etapa 1: no mentiré, sos vos: es que no tenés nada de que hablar
«¿Pero por qué ya no me hablas?» Recordemos lo que pasó unas horas antes en este mismo chat, o de pronto, unos días antes en un fatal accidente llamado «cita». Si es por chat, y prefiero ver un feed de gatos antes que responderte, o estamos en un restaurante y miro mucho el celular, échele la bendición. En cualquiera de los dos casos, en mi plan de contenidos, ya los he despachado con algún tuit de su «mejor frase».
Etapa 2: mire a los ojos de la competencia
Si que funciona joderse la vida un rato, o al menos cinco minutos, en el Instagram o perfil de Facebook de la fulana o fulano por la que ya te dieron ‘unfollow’. Estimados, para hombres y mujeres, no hay vida más amañada que la que se «vive» en las redes. Un día el filtro funciona y al otro no. Uno sabe que es buen stalker cuando logra reconocer al personaje en un centro comercial, y lo mejor de todo: ¡sin filtro! No se dejen engañar. Apunten para el ejercicio: sin filtro puedo ver mejor a la competencia.
Etapa 3: no a la cuenta privada
Buena marca que se respete tiene su cuenta pública. Y si sos tan macho de decir «seguime en Insta» pues así de macho deberías ser para tener la cuenta pública. ¿No les pasa que quieren hacer trabajo de campo del personaje que les encanta (o de la competencia, como en la etapa 2) y no pueden porque este usuario tiene su cuenta privada? Esto es un bucle hacia la etapa 1, por que ya me imagino sus interesantes publicaciones.
Etapa 4: si tiene autolike, déjelo ir
No es que yo esté en contra del like, pero en serio, gente: el autolike, cuando es el único que existe en la publicación, es como lamer tu reflejo en el espejo. Digo yo, pues si ya lo publicó, ¿ya no le gusta? Esto en la vida real es como ir a fanfarronear de lo genial que sos, y todos sabemos que eso no es amor propio. Entonces, apunte para que no se tire sus estadísticas: piénselo bien antes de darse un like, y si en medio de su rehabilitación le gana el impulso, métase en la cabeza que fue por error y no por gusto.
Más de uno al leer «estadísticas»
Etapa 5: tome mil y mi unfollow por ‘spam’
Y así concluye otro episodio de la vida de cualquier marca… O para este caso, persona. Una recomendación (sin ánimos de herir susceptibilidades, que están tan de moda por estos días) es que si no vas a entablar una conversación más allá de un emoticón de besitos, un «me haces el favor y le das like a esta foto…» O «quieres ser tu propio jefe?» Mejor no moleste e invierta su energía en otra cosa por que vas camino a la carpeta de ‘spam’ y no solo en el sentido figurado del encanto digital.
Ñapa: ¿qué más de tu ex (ponga aquí la posición en la que jugaba el personaje)?
El otro día me pasaron un meme buenísimo
Y mi respuesta como buena estratega es: instaláte la extensión de ADBlocker y estamos ready para navegar en paz.
Es muy posible que vos, que me estás leyendo, no conozcas algunos de los términos que he usado, pero estoy segura de que en algunos puntos habrás asentido, y muy probablemente en algunos minutos irás a verificar la cuenta de Instagram del fulan@ (y ojalá no sea privada). Just for having fun.
Foto de cabezote: Freepik.es
