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El espejo de la virtualidad

Esta es una creación que amablemente me ofrecí a escribir para la página de opinión del periódico El Giro porque quería quejarme sutilmente del uso incorrecto y exagerado de la tecnología.

En 2014 la envié al II Premio Nacional de Periodismo Escrito Universitario Orlando Sierra Hernández y salió ganadora en la categoría opinión. En palabras del jurado conformado por Álvaro Gartner y Víctor Diusabá: “el desparpajo y la irreverencia con la que trataste el tema fue lo que más nos gustó”.

 


Dedicada a quienes me preguntan: “–¿Tenés Wazzap? – No viejo, tengo linternita”

¿Sabía usted querido estudiante que Internet comenzó siendo un beneficio para las universidades? Ahora usted desde su propia universidad se conecta más para estar pendiente de las redes sociales que de sus necesidades académicas. En 1992 cuando seguro muchos de nosotros nacimos, llegó el servicio a la Universidad del Valle. Y así, 20 años después los avances nos conectan más de los que están lejos y nos desconectan de los que tenemos al lado.

Pero ¿qué hace que nos guste más estar en frente de una pantalla o con la nariz metida en un SmartPhone? La teoría de los usos y las gratificaciones (propuesta por Elihu Katz, Jay G. Blumler y Michael Gurevitch) puede explicar mejor porqué las redes sociales son esa miel de la que se nos hace casi imposible despegarnos.

Según Social Bakers, somos alrededor de 17 millones 685 mil colombianos conectados a Facebook que esperamos recibir muchos ‘me gusta’ en nuestras publicaciones o fotografías, y por si le interesa, la mayor parte de estos usuarios se concentra en edades entre los 18 y 24 años. Siempre buscamos la aprobación del otro y ser leídos, pero más que eso, tenidos en cuenta. Nos gusta ser el tema bueno de la conversación y en Twitter generar tendencia y ganar followers. ¿A dónde nos llevará esto? Creo que nos va a desconectar de a pocos de la realidad de tener a una persona en frente, mirándola a los ojos y debatiendo como de antaño.

El año pasado, Colombia se ubicó en el puesto 14 con más usuarios conectados a Twitter, y creo que eso se lo debemos a la necesidad de estar pegado ‘tuiteando’ cada cosa que nos sucede (dícese de: quejas contra el masivo, el clima, la clase aburrida y la más común, estados de ánimo). En el mundo hay 80 millones de personas tomándole foto a su comida o a algún lugar paradisíaco para ‘chicanear’ en Instagram; y otros más de 20 millones avisando a donde llegaron con Foursquare. ¿Se ha puesto a pensar en los riesgos que esto trae? Pues bueno, a usted le gusta (como a mí, como a todos) llamar la atención y decir ‘Quite que ahí voy yo’. Pero ¿quiere que lo persigan? ¿Hay necesidad de decir con quiénes estamos todo el tiempo, haciendo qué y en dónde? No sé, pero también hay mojigatería, o que se alce el primero y diga: “en el motel tal, con tal persona”.

Yo me atrevo a decir que las redes sociales son bellas, especialmente porque ahí conocemos la psicología humana. En redes, parece que la mayoría apoyara las causas benéficas y los mensajes que dicen “con tantos likes, pepito se salvará de un cáncer”. Pero recordemos también Ola Verde –tan popular entre los jóvenes- con Mockus quien se convirtió en el séptimo personaje político con más seguidores (852.000 en Facebook y 92 mil en Twitter) pero fue el gran derrotado en las urnas; además de las firmas por una justa causa, porque ya firmé en apoyo a Green Peace con su campaña Save The Artic y también di mi firma a una carta muy interesante sobre el abuso del ESMAD.

En apariencia, estamos muy conectados y solemos popularizar nuestra vida supuestamente privada, por eso posteamos todo: pensamos en voz alta. ¿Cuándo usted se desconecta sigue pensando en voz alta? ¿Se atreve a sostener todo lo que está en su muro y en su timeline? Pienso que las redes deberían ayudarnos a coger valentía en el mundo real y que la seguridad con la que posteamos, sea la misma para hablar en público y expresar abiertamente las ideas. Ser influyente en redes es el sueño de todo joven, pero siento que ser alguien fuera del campo virtual, lo vale aún más.

Finalmente reflexiono: ¿en dónde están todos los que parecían turba enardecida apoyando X o Y campaña o movimiento?

Publicada en septiembre de 2013.

Imagen de Freepik adaptada por: Juan S. Aparicio